Poema de María Teresa Andruetto
con un poco de fe
llego a su casa esta mañana.
Por un momento la vida vuelve, y reímos
de nada
no te alejes, Misha, de la felicidad,
decía Chejov,
acéptala...
Acéptala...
una mujer cena sola
¿cómo era cuando todo estaba vivo?
después quedamos
en silencio
es el silencio de la casa
(es el olvido)
© María Teresa Andruetto
Etiquetas: María Teresa Andruetto
entrada de Gustavo Tisocco a las
12:57
8 comentarios:
Hermoso Maria Teresa. No hace falta abundancia de palabras para decir lo bello.
Hermoso tu poema
la felicidad se da con las pequeñas cosas
y se pierde ene se silencio
Gracias
Quien ya no está, las palabras y el poema que conmueve de manera natural, sin grandilocuencias.
Un abrazo
Betty
Sobrio y nostálgico. La pregunta final es un filo en el corazón. Muy bueno. Adriana Maggio
Es el olvido, sí.
Excelente.
Abrazo
Elisabet
Bello poema. ¡Gracias!!
Me gusta tu poesía Tere, y aquí, este poema.
Abrazo
siento la dureza, la fuerza de la ausencia y el frío del silencio, a pesar de ello me parece bellísimo el poema!!! gracias por compartirlo, francisco
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