15/3/16

Poema de Mariel Monente

  
EL MUELLE

“Haz que no muera
sin volver a verte”
Alejandra Pizarnik 

Nunca acaba el silencio,
el verdadero callar ineludible, contra el que levanto
letra a letra el lugar donde esperar los barcos.

Desde el nacer construyo este muelle
de niña lo armaba con cañas y barro
amasado bajo un parral.

Los cimientos fueron de llanto
vacío clavicordio sin aire
colores estivales.

El muelle crece
sobre una playa que me ajena
ya tiene grandes palos enterrados
junto a una casuarina inclinada y mecida.
He construido el muelle
para esperarla          para esperarme.

Sobre la arena
donde los pies se hunden
crece el agua y rodea el contorno de los dedos.
Pequeño mar la mirada de un niño
cuando interroga
a los pies y a su rumor de agua.

¿Por qué he de morir adentro
cuando el amor rompa los diques?

Algunos pilotes son     de savia
de estambre                de corola
son más livianos que un colibrí
ahora         el muelle          vuela.


© Mariel Monente

23 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

HERMOSO TEMA, MARIEL, TODA UNA HISTORIA DE VIDA CERCANDO EL MUELLE. PLACER LEERTE. susana zazzetti.

15 de marzo de 2016, 14:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

tremenda añoranza que me hizo pensar en la poesía lugoniana. toda la naturaleza dentro tuyo. hermoso. susana zazzetti.

15 de marzo de 2016, 14:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Excelente, MARIEL. Este muelle me hizo acordar al de LA AMANTE DEL TENIENTE FRANCÉS.Un lugar de espera. Me gustó mucho lo del mar en la mirada del niño.
Abrazo enorme y espero que nos veamos pronto, que la poesía nos nos cita.Isabel Llorca bosco

15 de marzo de 2016, 20:03  
Blogger Unknown ha dicho...

-EXCELENTE MARIEL!!! QUE BUENO ENCONTRAR POEMAS
MPACTANTES COMO EL TUYO, GRACIAS POR COMPARTIR,


ELENA CABREJAS 11:15 DE EL 16 DE MARZO

16 de marzo de 2016, 11:23  
Anonymous Laura Elena Bermudez ha dicho...

Bello poema la construcción de un muelle que espera la llegada del amor y a veces son tan frágiles que no se alcanza a llegar a disfrutar, felicitaciones

16 de marzo de 2016, 15:57  
Blogger Maju ha dicho...

Qué final tan bello!
Hermoso poema Mariel!

16 de marzo de 2016, 22:41  
Blogger mariel monente ha dicho...

Gracias!

18 de marzo de 2016, 0:35  
Blogger mariel monente ha dicho...

Mu has gracias!!

18 de marzo de 2016, 0:35  
Blogger mariel monente ha dicho...

Gracias Isabel! Espero que podamos encontrarnos!

18 de marzo de 2016, 0:36  
Blogger mariel monente ha dicho...

Gracias Elena!

18 de marzo de 2016, 0:37  
Anonymous Carmen Barrionuevo ha dicho...

"...sobre una playa que me ajena..." Maravilloso!

18 de marzo de 2016, 3:09  
Blogger Ana lema ha dicho...

hermoso Mariel!

18 de marzo de 2016, 4:55  
Blogger mariel monente ha dicho...

Gracias!

18 de marzo de 2016, 10:38  
Anonymous Gloria Oscares ha dicho...


Muy bueno tu poema sobre el muelle en una alegoría sobre la vida misma. Un beso,Mariel.

19 de marzo de 2016, 11:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

una poesía que reitera en su deambular, ciertos componentes que le son esenciales, tales como son el silencio, la espera, el recuerdo, muy cargado afectivamente, la elección cuidadosa de sus componetes, el riesgo de mantenerse por fuera de un territorio expresivo y una familiaridad con el aguacomo elemento por sobre todo lo demás.El muelle es interesante por su doble función : despedir, despedirse y recibir, ser recibido. En todos los casos el riesgo debe saltar por sobre la contención, que por otro lado, es uno de sus valores más sobresalientes. Clelia Bercovich

19 de marzo de 2016, 15:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Ese muelle sobre el que todos, todos, miramos a lo lejos.
Me encantó.

Un abrazo.

Alicia Márquez

19 de marzo de 2016, 16:23  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

¡Hermoso!
Marina Centeno

19 de marzo de 2016, 17:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Bellísimo, querida Mariel! Me hizo sentir que desde el nacimiento, algo de la poesía, por distintos caminos, puede construir muelles para mecer la vida, para retenerla un instante en los golpeteos del agua, para interrogarla. Las escrituras en cada uno van haciendo existir esos livianos pilotes de savia, de estambre, de corola. Van haciendo volar los muelles. Y al mismo tiempo, insiste en nuestra humanidad esa honda constatación: “Nunca acaba el silencio”. Es un oleaje rebelde, que no se deja dominar y que que nos recuerda nuestra pequeñez de colibrí . Ese silencio nos empuja a una letra más, a un muelle más. Lo disfruté mucho!
Un abrazo

Amalia Zacoutegui

20 de marzo de 2016, 19:09  
Blogger mariel monente ha dicho...

muchas gracias por la atenta lectura y los comentarios!

20 de marzo de 2016, 19:45  
Blogger Adriana ha dicho...

Hermoso poema, Mariel. Desde la primera estrofa que habla de la construcción con palabras, hasta el remate tan bello, verdaderamente construiste un texto poético que llega al alma. Me encantó. Un abrazo. Adriana Maggio

23 de marzo de 2016, 14:38  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Magnìfico poema, Mariel!! Un abrazo

25 de marzo de 2016, 23:16  
Blogger Ines ha dicho...

Muy bello poema: muy logrado, los versos y las estrofas se encadenan en sentido y sonido, la construcción se eleva y llega la final con justeza. Abrazo, Inés Legarreta

31 de marzo de 2016, 9:14  
Blogger mariel monente ha dicho...

Gracias!

31 de marzo de 2016, 17:35  

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