Poema de Marta Díaz
DESARRAIGO
Soy la ventana
hacia
mi propio
exilio.
Delego en tus manos
mi constante
vigilia.
La mirada despeinada
por un hálito
de
viento.
Y la conquista ardiente
de un
territorio
a medias.
Tal vez te vuelva a ver
cuando regrese
tarde
desde la lejanía
de un crisol
de
esperas.
Hoy,
la noche,
envejecida está
en el horizonte.
Y la sombra
más
cercana
temblando
de
ausencias,
expiró
junto
a
tu olvido.
© Marta Díaz
Imagen enviada por la autora del poema
2 comentarios:
Poema preciso, gracias Marta.
Irse, para seguir estando. Un buen poema. Abrazo. Antonio Pourrere
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