Poema de Isabel Llorca Bosco
GLOSA
La libélula errante del sueño
Alza el vuelo veloz.
Primavera su palio levanta
Y hay un coro de alondras que cantan
La canción matinal del amor.
Rubén Darío
Rodando me llega a la memoria
– beso grande y pequeño–
no ese zumo frutal que tintinea.
Oigo en ese aleteo, desde afuera,
la libélula errante del sueño
No es estío ni pleno mediodía
Mas mi sed es feroz.
Un son de fuente
idéntico y diverso
y la voz de mamá diciendo versos
alza el vuelo veloz.
Casa fresca y oscura como un bosque,
mis pasos se adelantan.
Mamá espeja metales y el cristal,
abre un zigzag de sol del ventanal,
Primavera su palio levanta
Al ir al corazón de la floresta,
abrazo las estatuas.
Con la música honda que me anima
rayo de sol y polvo, hallo una rima
y hay un coro de alondras que cantan
De sus ojos azules soy las niñas,
y mi voz por su voz,
–en la penumbra que se entorna al día–
ha aprendido escuchándole poesías
la canción matinal
del amor
© Isabel Llorca Bosco
Imagen enviada por la autora del poema
6 comentarios:
" mi sed es feroz! bellísima expresión aquietada por la presencia de madre, alondras,la canción matinal del amor. ¡ si se pudiera!!! abracito. susana zazzetti
Muy buen homenaje a Darío y al recuerdo de la madre. Abrazo, Inés.
Darío es la excusa para el derroche de poesía y de oficio con que se construyó este poema. Es melancólicamente bello.Disfruté mucho de su lectura. Un beso grande. Adriana Maggio
Tu poema se espeja en el zigzag de sol de la poesía ¡Tan hermoso! gracias por compartirlo yo aprendo leyéndote
Encantador!
Despertar la nostalgia es el motor de toda "poyesis", si además se asocia al reconocimiento de un gran poeta como R.Darío. el resultado es un poema estupendo y un canto a la luz materna. Un gran abrazo.
Elisa Dejistani
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