18/8/15

Poema de Gloria Oscares


ESA MÚSICA                                                                                                                               
Por ese tiempo
los atardeceres traían la música de la última inocencia

Alrededor de la mesa de verano
me ocultaba en las sombras para defenderme de la vida
y escuchaba las palabras pronunciadas en los sueños

Esa música venía quién sabe de dónde
pero se deslizaba desde mi sangre
bebía el fondo de la tierra
y desataba paquetes en cada Navidad
traía el ruido de los infinitos bosques
y de mis pies desnudos que dibujaban formas impredecibles
sobre el patio recién lavado

Traía el sonido de los pasos de la niñez
con olor a pasto recién cortado
y a higueras susurrando con el viento                                                   

Esa música
de piano
de lamento de guitarra
de gotas de lluvia corriendo por las alcantarillas,
de puertas que se abrían
al paso de las canciones
de los vendedores ambulantes
de todas las cosas que en aquel tiempo
nacían en cada amanecer                      
        
Ajena
la calle temblaba al paso de los carros
a lo lejos
se escuchaba el sonido del verano
mientras avanzaba la noche.


© Gloria Oscares

3 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Esa música, profusión de imágenes! Bello!
Andrea Marín

18 de agosto de 2015, 15:02  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Gloria, esas vivencias me acercó recuerdos, es tanta la belleza de imágenes y plenitud que hay en tu poema que puedo recorrerlo varias veces y seguir gustándolo.
Un abrazo
Betty

18 de agosto de 2015, 16:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

ah la música sanadora que viene desde el propio espíritu (para dejar de ocultarse en las sombras)!!. Bello paisaje interno y externo. PAOLANTONIO

23 de agosto de 2015, 21:05  

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