30/5/14

Poema de Lucio Madariaga



Deseares al aire libre

Prepotear pasturas, ahogarse en las aguas
claras del continente, dejarse avasallar.
El triunfo del paisaje,
                                    es tuyo.

Resuena  un grito suave desde el fondo del tiempo
y sus esquirlas hieren, presentes.
Es el habla hermana de lo mudo, el canto puro,
la flor cítrica, latente.

Apropiar, deshojar, besar la brisa de las estaciones.
El frío, es otra cosa más terrible que el invierno;
la primavera, a veces trágica, nunca perderá su trono
en la belleza.

Una sombrilla transparente
                                            -prisma cálido-
y un altar para la ceremonia del cuerpo,
el placer de la especie,
quiero.


© Lucio Madariaga

7 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

me encanta, Lucio, un cariño grande
AnaMariaManno

30 de mayo de 2014, 12:35  
Blogger Eduardo Espósito ha dicho...

Hay en tus poemas, Lucio, un espíritu intenso, una herencia magnífica. Sos afortunado, amigo...

30 de mayo de 2014, 15:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello, bellisimo Lucio!

..."la primavera nunca perderá su trono en la belleza..."
Hermoso clima se respira en las estaciones de tu poema...

Gracias por compartirlo!
Besos
Montse Bertrán

30 de mayo de 2014, 19:47  
Blogger Cecilia Ortiz ha dicho...

"Una sombrilla transparente
-prisma cálido-
y un altar para la ceremonia del cuerpo"
Todo el poema subyace en imágenes que brotan y emocionan. Abrazos!

31 de mayo de 2014, 15:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Lucio:Un grandísimo poema:"Es el habla hermana de lo mudo" ,donde la naturaleza cobra su ritmo en la másica que parece resonar a través del cosmos ,y "ese altar para el cuerpo" con el "quiero"final, como una declaración de principios, unitiva y apegada a la tierra,con plena conciencia de su existir.¡Excelente!Irene Marks

1 de junio de 2014, 1:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias por sus palabras.

Un abrazo para todos!

Lucio

2 de junio de 2014, 14:08  
Blogger David ha dicho...

...y sin embargo también llegáremos a ese terrible invierno.

Abrazos

David Rosales

4 de junio de 2014, 12:05  

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