10/3/14

Poema de Teresa Gerez



Había empezado
a mentirme bien
Dibujaba la paloma de Picasso
en el vidrio de mi ventana
sin alterarme demasiado
por las guerras en Troya 

Degustaba el pan  ácimo
y el chocolate
con la misma fruición y desgano
(una delicada sensación de nada)
Las nubes eran nubes
los pájaros eran pájaros
el árbol era sólo árbol 

Pero tuviste que aparecer
con tu costado traspasado
entonces yo que te clavé una lanza
y te dí a beber vinagre
cuando pediste agua,
caigo de nuevo arrodillada
a tus pies
y el árbol ya no es árbol
-es casa-
el pájaro deviene querubín
el pan ácimo es Cielo
y tus manos 

son las nubes los pájaros el cielo el pan
un costado abierto.



© teresa mimi gerez

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso final para un poema redondo, muy rítmico...de un líndísimo vuelo Teresa!

Besos
Montse Bertrán

10 de marzo de 2014, 19:18  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

Muy bueno! gracias

10 de marzo de 2014, 22:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

mágicos los elementos elegidos, y el tono como " un costado abierto". susana zazzetti.

11 de marzo de 2014, 14:00  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Bello poema.

Abrazo
Elisabet

11 de marzo de 2014, 17:49  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Gracias por leerme,amigos.
Gracias,Gus.

12 de marzo de 2014, 12:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...


Un placer leer este bellísimo poema, Tere.
Un poema mágico, con ángeles, panes, manos y todo el cielo.

Abrazo,

Alicia Márquez

12 de marzo de 2014, 16:18  
Blogger www.elmarquellevoadentro.blogspot..com ha dicho...

tere, amiga, este poema me impactó!!! Realmente me impactó el juego entre el amor/ dolor/ Cielo/Cristo.... Es tan visual....te felicito. Un beso enorme.Sonia Del Papa Ferraro

24 de marzo de 2014, 19:38  
Blogger Isabel ha dicho...

Extraordinario poema digno de Teresa y de Teresita, poetas las dos.
De la indiferencia, de la nada, pasá s a ese xostado abierto que como una boca va diciendo poesía, y esa culpa que nos han infundido, como dice Teresa:2Ya como capitán fuerte,/quiso nuestro Dios morir,/comencémosle a seguir/pues que le dimos la muerte."
Con o sin fe, tiene que impresionarnos su dar hasta último momento, esas manos y esa herida de lanza de donde salió sangre y agua, como bien sabés. Es un poema bello, digno del ser elegido, al que le ofrecés este poema de amor y gratitud. Muy bello, Teresita.

















































































































29 de marzo de 2014, 21:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

..una crisis de conciencia..una apertura hacia lo sagrado...ya nada es lo que era, ya todo está rozado por lo infable....muy interesante!! besos, María Chapp

29 de marzo de 2014, 23:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Me encantò tu poema, Teresa! Un abrazo

3 de abril de 2014, 10:13  

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