14/7/13

Poema de María Luisa Márquez


Idéntico, distinto
es el cuerpo
         de un día para otro.
El disfraz
               de la calle
dialoga
 desviste los naipes
hasta ofrece
        rayuela de adoquín
pero sin cielo prometido.
Rehén de inventos
vive la piel menguada.
Quiere volverse ebrio
hasta dejar
            desnuda su costumbre.

 

© María Luisa Márquez

8 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Y dejar el disfraz, muy buen poema.
Abrazos
Elisabet

14 de julio de 2013, 22:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

y si, maría, este cuerpo que va cambiando, disfraz de cada día. una exquisitez tu modo de hacernos sentir la transformación. susana zazzetti.

15 de julio de 2013, 10:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Realmente me gusta pensar que el cuerpo es distinto de un día para otro, que algo muta para bien o para mal pero muta. Un abrazo, lindo poema María Luisa

Lily Chavez

15 de julio de 2013, 11:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En este poema tocas con elegancia una realidad incuestionable, tiene además pasajes como "hasta ofrece rayuelas de adoquÍn, pero sin cielo prometido.
Excelente poema María Luisa.
Ignacio

20 de julio de 2013, 8:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gusta esta certera metamorfosis poética! Felicitaciones!
Alicia Corrado Mélin

20 de julio de 2013, 9:15  
Blogger Adriana ha dicho...

Hermoso, tu texto, con un lenguaje que convierte en puro placer la lectura. Disfruté mucho. Un beso grande. Adriana Maggio

20 de julio de 2013, 22:35  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Como mirarse al espejo, día a día.
Y discernir todo.
Muy buen logrado.
Abrazo

25 de julio de 2013, 1:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El disfraz cambiante de cada día,
muta como muta la vida.
María Cristina Fervier

31 de julio de 2013, 17:41  

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