20/1/13

Poema de Liliana Chavez



Varias tormentas prometieron
Y no cumplieron"
Jorge Luis Carranza


Prometieron que sólo serían estacionales
que no mutilarían el borde de los días 
abrirían en el cielo una brecha
para que salieran los pájaros y colgaran una en una
las estrellas
Y sin embargo, fue un azote tras otro.
Una calumnia de lluvia ardida.
Hubo que cerrar los puños, cuidar que no siguieran
despertando los quejidos
que no caminaran los alacranes sobre la piel herida.

De espuma los lazos
que intentaban torcer el tiempo
el mal tiempo el desabrigo

inútil
el relámpago siempre encuentra
un lugar donde afilarse las uñas.
 
 
© Liliana Chavez









18 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

ay lili, cuánto tiene de vos este poema doloroso y cierto. ese relámpago que llega sin aviso y rasguña, rasguña cuando uno no espera tanto desabrigo. poema hermoso hasta en su quejido. un abrazo. susana zazzetti.

21 de enero de 2013, 11:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Uno siempre va siendo, lo sepa o no, con el mundo, la poesía suele ser (como el dolor)ese relámpago revelador.

Claudio Simiz

21 de enero de 2013, 18:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una vez te escuché decir este poema y me encantó, que bueno leerlo ahora. Y sí, a veces nos prometen tormentas o dolores por un tiempo y eso se extiende y se hace más difícil.
Muy bueno.

Andrea Casas

21 de enero de 2013, 19:38  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lily,si cierrro los ojos no puedo leer el poema, pero me llega como toda tu poesía, con otra voz , una voz que va entregando toda su angustia, todo su dolor y eso habla de lo buena poeta que sos.

Ana Clara

22 de enero de 2013, 9:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...


"El relámpago siempre encuentra un lugar donde afilarse las uñas"
Totalmente cierto.
Bello poema, Lily.

Abrazo,

Alicia Márquez

22 de enero de 2013, 16:34  
Anonymous Mariasilvia ha dicho...

Que decir de la contundencia de tu palabra, mujer...
Acá estamos, sobrevivientes a esa "calumnia de lluvia ardida",pero aflojando los puños. Creo.

23 de enero de 2013, 11:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso y doloroso poema...Cada unopuede intepretarlo de distinta forma, pero trasunta, bellamente escrito, un inmenso dolor, un daño realizado, inesperado, pero que ya paso...fuerza Lilita..Eduardo Planas

25 de enero de 2013, 17:13  
Blogger ALICIA CORA ha dicho...

Nunca hay que creer en las promesas falsas de un relámpago. Sólo hay que pensar y estar seguros de su efímera vida, y que a pesar del susto que provocan, viven solamente segundos, los justos y necesarios como para que su luz nos encandile. Felicitaciones y beso de Alicora.

25 de enero de 2013, 17:26  
Blogger Marina Kohon ha dicho...

"hubo que cerrar los puños, cuidar que no siguieran despertando los quejidos" y los que quedan cuentan la historia, un gusto leerte Lily.

25 de enero de 2013, 23:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Belisima poesia Liliana, que bueno leer algo así, me gusta la reflexión del final sobre el relámpago que afila sus uñas , si, es verdad
abrazo

maria elena tolosa

26 de enero de 2013, 0:29  
Blogger LIDIA CARRIZO ha dicho...

Un hermoso poema donde se reflejan muy bien los aconteceres... muy bien expuesto.
Lidia CC.

26 de enero de 2013, 22:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Leyendo los comentarios veo que hay muchas interpretaciones y así debe ser para quien escribe, al poema debemos hacerlo propio. Creo que siempre se nos prometen tormentas estacionales y a veces las tormentas duran más, mucho más pero eso es la vida misma.
Gusto leerte!

Victor E Vazquez

27 de enero de 2013, 11:56  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Un poema que busca en el dolor la belleza , en la verdad, la luz que aunque sea breve y lastime siempre nos deja una enseñanza que es lo que leo muy bien expresado en estas tus hermosas palabras. Un abrazo Leonor

29 de enero de 2013, 0:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una vez más tu magnífico desgarrador poema conmueve hasta la fibra más íntima de mi ser. Gracias, amiga.

Jorge Luis Estrella

30 de enero de 2013, 22:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

... hubo que esperar, como siempre, la voz de Lily para nombrar el tiempo, el desabrigo y sentir, al leerla, cómo los alacranes beben de nuestras cicatrices... Bello!! gracias siempre! Fabiana León

4 de febrero de 2013, 1:02  
Blogger Isabel ha dicho...

El final, redondo, a modo de sentencia (con ese "siempre" antítesis de lo "estacional", se toca con la mutilación de la primera parte. Es luz que anuncia, siniestra pero es luz. Toda una vida abandonada a la electricidad, a la eterna zozobra, al estremecimiento eterno. No es una tormenta más. Es un tormento continuado. Bravo, Lili,
un beso de Isabel Llorca Bosco

7 de febrero de 2013, 15:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lily
El relámpago no hace a la tormenta, solo anuncia que algo inesperado se aproxima. Los seres como tú, le hacen frente a lo poco y a lo mucho. Gran profundidad en el decir. La tormenta ya pasó, SIGUE APOSTANDO A LA VIDA Y AL AMOR, QUERIDA AMIGA, BESOS Y BENDICIONES.

Molly Bic

14 de febrero de 2013, 9:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre me ha parecido que a la poesía le viene bien la enunciación en forma indirecta, quiero decir eljuego de la alusión, la murmuración, la sugerencia
Bien
w.m

15 de febrero de 2013, 22:46  

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