14/8/12

Poema de Leandro Calle



826 ok

Cada vez que poso mi mano en el detector
la pantalla líquida y verdosa
me dice
OK 826
y entonces yo entro tranquilo a mi trabajo.
Cuando me voy acontece el mismo rito
pero esa máquina, ni siquiera imagina
la mudez de tu espalda,
la mudez de tu espalda cuando poso mi mano.
Para ella soy 826
número que he jugado a la quiniela
número que he memorizado
número ofrecido y recibido sin queja alguna.
¿Un ladrillo más en la pared?
¿Una marca más en el ganado?
826
No hay números impares
no hay décimas ni centésimas
y sobre todo no hay ninguna letra
que me corresponda.
Soy 826
mi nombre es apenas la brisa en unos labios,
mi mano en tu espalda
es el único atajo
la perfecta salida
el motín preciso
la libertad de a ratos.


© Leandro Calle

Etiquetas:

5 comentarios:

Blogger galáctica ha dicho...

Hola Leandro: tu mensaje importantísimo, sobre la deshumanizaciòn creciente de la sociedad, està muy claramente expresado, desde la reducciòn de una persona a unas cifras, desde la sensaciòn de agobio que proyecta este poema, de la "brisa" de las horas libres que apenas atenùa la desgracia general. Excelente Irene Marks

15 de agosto de 2012, 9:34  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Muy bueno y conmovedor este poema Leandro querido ,el hombre numerado que licua su ser en el anonimato de un número pero , a pesar de ello logra el espacio de libertad en el
rostro amado

20 de agosto de 2012, 19:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ah bueno, ....qué poema amigo. como presos con derecho a salida...y en el interín la vida, lo cotidiano. Un número que se vuelve espeso para quien lo porta pero por suerte al final de la jornada el aire da en la cara y podés caminar respirando la noche, como días pasado, cuando nos encontramos en Avda. Velez Sarfield. Un abrazo Leandro

Lily Chavez

21 de agosto de 2012, 9:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ah bueno, ....qué poema amigo. como presos con derecho a salida...y en el interín la vida, lo cotidiano. Un número que se vuelve espeso para quien lo porta pero por suerte al final de la jornada el aire da en la cara y podés caminar respirando la noche, como días pasado, cuando nos encontramos en Avda. Velez Sarfield. Un abrazo Leandro

Lily Chavez

21 de agosto de 2012, 9:28  
Blogger Claudia Ainchil ha dicho...

LA LIBERTAD DE A RATOS,QUE A AVECES SE ESCAPA, QUE VUELVE EN AQUELLO QUE AMAMOS.EL NUMERO,LA CIFRA,EL LADRILLO,EL GANADO

17 de enero de 2013, 11:40  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio