Ernestina Elorriaga comparte a Rojas Paz/Campos Parra/Juárez
ENAMORARSE
El otro llega con el hueso calado de besos
en ritual amanecido con la carne
estallando lunas nuevas
en la saliva compartida .
Poseídos de lo indómito
flores en su máximo idilio
polen esparcido por al aire
invadiéndonos la respiración.
Enamorarse es esta capacidad
de olvidarnos de las estaciones
en que la hoja se quiebra en marrones
que llevan amnesia del color,
y se hace cenizas de restos oseos
tatuados de gestos.
El después susurra cantos
de humanos primitivos,
pintamos nuestro rostro con polvo gris
bailamos lo cotidiano alrededor de una hoguera.
El fuego se apaga o resiste
según el exorcismo
de toda duda sobre la ausencia,
la ceguera, el silencio y la muerte.
© Candelaria Rojas Paz
Cuánto he muerto
aquí donde estoy siempre
en compás de espera
para quién sabe qué
con más ausencias
detrás de velos descoloridos
donde la noche se esconde y mira,
no habrá más de ti
apenas lo que guardé
en un templo de diálogos,
mis surcos
y los algodones tiznados del cielo
rompen en llanto
aquí donde estoy siempre,
la única ventana enmarca
un panorama indecible
y soldados en la tierra,
la lluvia cae
y entra por los techos
las alturas
para que nadie se salve,
vienen coreando
despedidas imposibles
ritmos mortuorios
y un adiós solo.
Palabras y palabrotas
que aprendió esta casa
se escurren por el lavaplatos
caen hecho agua o cenizas
en la nada de donde somos,
vasijas inmemoriales
y un rectángulo olvidado,
¿cuánto he muerto
aquí donde estoy siempre?
© Andrea Campos Parra
"Los nombres"
Mi ciudad se llama mundo.
Hay barrios
Que me quedan un poco lejos
Y los transito desde sus antojos
Sentado en la orilla
Recojo
Los tatuajes que eligió para mi.
Esto
Lo tuyo
Que abarca en la infinitud
Todo
Rueda incesante
Junto al sonido lirico de los abrazos,
Cada fuego nació allí
Trova y calle
Cuerpo lúdico
Esto
De usted
Allá
En la presencia incomoda de la desobediencia
Rumbo al patio de los astros
En grafía húmeda,
La ciudad es una metáfora constante
Se atreve a mirar las calles
A cualquier hora
Pregunta por las bufandas
Suena
También le interesan los ensayos sobre alimentación saludable,
Mi ciudad
Se llama mundo.
La coherencia
Sería salir a presumir
El poema
Pasearnos por su jeta
Ardiente
De fuegos nuestros
Y construir en la distancia el camino
Para que el olvido deje de burlarse
Éste conglomerado de desiciones pregunta por tu patria
Fundada el día de la victoria
Reconozco ahí
Su calor,
Mi ciudad
Se llama mundo.
© Walter Juárez
Etiquetas: Ernestina Elorriaga
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