Sonia Quevedo comparte a Bonnett/Ospina
Soledad de dos
Suena la soledad de Dios. Sentimos la soledad de dos. Y una
cadena que no suena, ancla en Dios almas y limos.
Blas de Otero.
En las tardes lluviosas
en que las bombillas conquistan una a una su espacio
(desconsolado,
en las madrugadas traspasadas de suspiros,
de murmullos ahogados por los ruidos metálicos en las
cocinas,
cuando entras en mi noche armado hasta los dientes
y colocas tu espada entre mi cuerpo y tu cuerpo,
cuando ya no es posible caminar, ya no es posible detenerse,
ya no es ni siquiera sentarse a soñar,
se oye la soledad de Dios,
sentimos el silencio de dos quebrando los sonidos del mundo.
© Piedad Bonnett
SABRE EL SECRETO
Sabré el secreto de estos viejos bosques
Al apartarse la niebla indecisa.
Algo como un faisán vendrá a mis ojos,
Denso de orgullo y vida,
Y habrá un verde en mis ojos,
Denso de orgullo y vida,
Y habrá verde en mis labios como de ramas nuevas.
Sobre el secreto de esta noche en ascuas,
Extinguidas las lámparas
cuando una piel de luna cubra el campo.
Sabré lo que ocultaban estas grutas
Cuando, bajo los árboles del alma,
La red de lo visible se aparte en las pupilas
Y surja, al fin, el rostro
Del que todos mis sueños eran máscaras.
© William Ospina
Etiquetas: Sonia Quevedo
1 comentarios:
Gustavo Tisocco, gracias!!!
Feliz aniversario para ti y los POETASCONTEMPORANEOS
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