Vilma Sastre comparte a Stutman/Basch
Vida rápida
Un niño respira por una mujer,
profundamente por la boca,
traga aire y la salva de la muerte.
Cada inspiración la trae más cerca
de la vida, la rescata del morir.
Ni el niño ni la mujer saben lo que pasa
y creen que la vida es siempre así,
un vivir donde nadie está solo.
Son niño rubio y mujer de pelo negro,
entrada en carnes, de mala boca,
manos fuertes y sexo de coral,
trepadora de arboles . Se llama
Amanda de día, y Genoveva de noche
y Pamela los lunes y
los martes
se llama La Marquesa. Y ahora
el lector lo sabe aunque no lo sepa.
© Osías Stutman
Los ojos de mi madre
Hundidos en el fondo de su rostro
con piel de Blancanieves
intocados por los años
de larga vida y breve muerte
con un destello de paloma en vuelo
nunca supe cuándo me dejaron
de mirar
© Carlos Basch
Etiquetas: Vilma Sastre
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio