Poema de Rubén Sebastián Melero

 

MAR DEL PLATA

 

la ciudad donde vivo

se acurruca en las piedras

cuando llega el invierno

 

en los días soleados

se despierta

y sale a caminar

 

le gusta ver el mar desde la orilla

las gaviotas que asedian los pesqueros

en su marcha hacia el puerto

donde duermen

uno al lado del otro

 

en la escollera sur la lobería

es parte del paisaje

como lo es el vaho que despiden

las fábricas de harina de pescado

en verano

hay conciertos gratuitos

niños que ríen

jóvenes que bailan

los grandes tratan de seguirle el ritmo

unos navegan en el anamora

otros pasean con los superhéroes

o se pierden en el laberinto de sorpresas

que son las peatonales

 

las estatuas vivientes atraen curiosos

hay esculturas de arena que se rompen

cuando la fiesta acaba

 

los que estamos acá

los que seguimos

cuando el telón se cierra

y nos invade un espesor de bruma

decimos sin decir lo que callamos

para que muchos vuelvan convencidos

de haber estado en la ciudad feliz

 

© Rubén Sebastián Melero