3/9/25

Poema de Hugo Francisco Rivella

 

 

Con los brazos en aspas voy a mí

me hundo en lo más profundo de mi cuerpo una brazada más y queda lejos la orilla

el mar el centro de la tierra

muevo los brazos ay

me sumerjo buscando en el fondo del mar ostras tesoros

los barcos enmohecidos los helechos la sobra el ábaco la calavera

la carcajada abierta sin encías

los brazos que llevaron la carcasa en donde estaba muerto mi padre y el balazo en la boca que puso una ventana a lo horroroso

los brazos que auparon a mi madre cuando el siglo le dio diez mil mazazos

y el cántaro rompido en el desierto para que el hombre beba sus harapos

los brazos de sostener la curvatura del círculo de amor de tu cintura

la rosa en la palma de la mano pensando zozobrar en mi mirada

los brazos que sostienen en el trapecio el triple salto mortal sin red ni nada

y la bella que vuela cuando sueña llegar hasta la luna con el salto

los brazos de cubrir al indefenso cuando suena en la sombra la metralla y huye el pájaro el tigre y huye el que huye sin saber de qué huye sin regreso

las brazos alzados hacia el cielo invocando la luz inútilmente

 

© Hugo Francisco Rivella

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2 comentarios:

Anonymous Graciela Ballesteros ha dicho...

Inmenso poema Hugo.. ufff

4 de septiembre de 2025, 0:12  
Blogger Alfredo Lemon ha dicho...

Tu palabra alzada siempre hacia lo real maravilloso! Bendiciones!

4 de septiembre de 2025, 19:37  

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