Poema de Elena Garritani
Finjo creer en primaveras invencibles.
Pero duelen los huesos, las vísceras, la médula.
Las imprecisas paredes de la nostalgia, manchadas.
Escapan de los anzuelos y las redes los peces plateados
de la felicidad
(ya saben cómo y por qué)
no pueden con las piernas flaquitas de la patria.
Las heridas que dejaron de sangrar en las vendas de la
memoria
habitada y deshabitada
donde alguna vez el poema me hablaba de otras cosas.
© Elena Garritani
Etiquetas: Elena Garritani
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