25/7/25

Poema de Mónica Rosenblum

 


El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda,

pero no miró a Caín ni su ofrenda.

Gn 4:4. 

 

¿qué grado de mirada

te hubiera alcanzado?   

¿cuánta?

¿fuiste tejiendo las secuencias

con punto irreversible?

¿de qué fuente lo enhebraste?

¿pensaste qué hilo

después, más tarde

qué hilo

para los retazos?

¿qué punto después?

 

todavía  hay quienes

cosen y tejen

pedazos imposibles

¿sabías?

 

siempre hay alguien

zurciendo

un estrago

singular o masivo

intentando

un remiendo

emparchando

un fragmento

 

los vas a encontrar

regando una planta

ofreciendo comida

acostándose últimos

empezando de nuevo

bordando los hijos

que dan hasta vos

 

¿estás triste, Caín?

 

© Mónica Rosenblum

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio