11/7/25

Poema de Valeria Cervero

 


Siempre hay un trueno que arrebata

la línea de preguntas en medio de la nave.

El refugio se vuelve ladera, malestar, casi un reto

frente a la noche y la saga de grillos,

luciérnagas, cascarudos, bichos sin nombre.

Una secuencia de tilos y álamos para servir

a la brisa que anuncia nuestra breve

espera de cantos sin voces,

de melodías en sostenido silencio.

 

El rayo de oscuridad no siempre ensombrece,

a veces deslumbra frente al catequismo de idiotas,

la comodidad de quienes saben los pasos

de cada baile, de cada recorrido sin lunas.

En la mitad del árbol crece un secreto,

también el corazón del cuerpo que estamos por leer.

 

© Valeria Cervero

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