Silvio Bilbao comparte a Romero
no te quedes sin
del cerdo
lo único que se desperdicia es el grito
me lo decía un tío guiñando un ojo
y hacía un gesto con un dedo extendido en su cuello pero en
mi cuello
y los astronautas
el pis
lo hacen dentro del traje
es un asco y me dan ganas de hacer
un sistema de conductos
distribuye el líquido tibio y lo recupera
para la causa de explorar el cosmos
así se llama una flor carnosa
que crece en San Marcos Sierras
y hay un amigo que vive por allá
vive en el sentido del recuerdo
y toca un cajón peruano
que yo confundía en grave confusión
con una urna peruana
donde se tiran nombres odiados
en otra vida fui músico
y me habré portado mal con la música
muy mal
por suerte ahora
alguien toca el timbre y me levanto
sin quitar los ojos
como si los dedos se estiraran
que es lo que sucede
para escribir esto último y no dejar esperando
a nadie y menos al sodero y sobre todo a la soda
hola, ¿cuántas?
hola, dejame uno
te dejo dos, que después te quedás sin
tenés toda la razón del mundo
© Carlos Romero
Etiquetas: Silvio Bilbao
1 comentarios:
Excelente, Carlos. Gran poema!
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