Nicolás Aused comparte a Ramella/Bozzo/del Mar
IV. Honrarás a tu padre
Confieso que
una vez me reí del llanto de mi padre.
Era domingo a la mañana y él
me contaba las películas de los sábados;
esos estrenos absolutos
que nunca llegaba a disfrutar
por mi edad, por el sueño,
por las eternas pausas comerciales.
Así que ese domingo mi padre
relataba con fervor La vida es bella
y llegando al final
una angustia endemoniada
se le atoró en la garganta.
Era la angustia del padre
contando la historia de ese otro padre
que hace morisquetas frente a su hijo
para que este no se entere
que su padre iba a ser fusilado.
Y yo
que nunca lo había visto llorar
también vi a un padre haciendo morisquetas.
Cómo iba a saber
que ese llanto que buscaba salir
en forma de impredecibles espasmos
no eran carcajadas.
Confundido
y sin entender el motivo de su risa
ante aquel dramático final
obedecí a mi deber de hijo
y reí, reí junto a él.
© Hernán Ramella
Río turbio
Camino solo por el pueblo
intento hacer equilibrio
yendo contra el viento sur
los perros me siguen los mineros pasan
con los camiones cargados y tiran
pedacitos de carbón a la vereda
para que no resbale me explican
yo me patino igual mis botas no clavan
firmes en el hielo pero da risa verlos
espolvoreando las calles a palazos
manchados de hollín desde las uñas
hasta los ojos, los ojos de los perros
tienen los mismos ojos que los perros.
© Manuel Bozzo
Un nombre
Tener un nombre
y matarlo
tener otro, crearlo
inventar un nombre
probarlo a tientas
masticarlo, escribirlo
con todas sus letras
en ambos sentidos
mayúsculos minúsculos
a diestra y siniestra
usarlo de espejo
robar un nombre
con honor o descaro
conjurarlo en boca
de otras
que el nombre sea
gemido usado escrito
llamado pensado tensado
por otras
existir a través
de y en un nombre
hacerse un nombre
y levantar con él
habitaciones amuebladas
alfombradas, aireadas
por ventanales amplios
y que el nombre
sea una casa
a la que volver
cada vez.
© Vir del Mar
Etiquetas: Nicolás Aused
1 comentarios:
Gracias Nicolás por los poetas que trajiste. Me encantó "Un nombre" de Vir del Mar... Celebrante! Que el poema sea una casa a la que volver cada vez... como un refugio en tiempos aciagos.
Saludos desde Córdoba
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