21/6/25

Karina Lerman comparte a Rajkay Babó

 


EL MONÓLOGO DE LA SILLA SOLA 

 

El niño entra al cuarto

Y ve una silla sola,

Triste, en la oscura sombra.

El niño sale y la soledad retorna.

 

Y la silla piensa..

 

Mi soledad es muchedumbre,

mi solidez incertidumbre.

La pared, que me rodea infinito,

es silencio que retumba, relato suspendido...

Estoy al alcance de cualquiera.

Con sentarse en mi, cambia mi historia.

 

El niño vuelve con guitarra en mano,

Alza la silla y la lleva al patio,

Planta sus patas en la tierra entre flores,

Y rasga las cuerdas para regar canciones.

 

Y sigue pensando la silla…

 

Ahora, paso al calor del sol los días,

Y a la luz oscura de la luna noches frias,

La lluvia me moja y me baña,

El viento me seca cada mañana.

 

El hombre que era niño se acerca a la silla,

y enamorado, corta unas flores para la niña,

de las ramas nacidas de las patas rotas,

de la silla que pensaba en rosas....

 

(Inspirado por la foto de una silla sola en la coquina de un cuarto, hecha por el fotógrafo húngiro-vencaolaso Berci Konyi, en Maracaibo, Venezucia. 

 

© Ana María Rajkay Babó

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4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy interesante monólogo.Patricia Graziadei

21 de junio de 2025, 22:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello!

22 de junio de 2025, 20:51  
Anonymous Mabel Sierra Karst ha dicho...

Hermoso poema, una reflexión sobre la soledad, el destino y las resignificaciones posibles ante el paso del tiempo...

23 de junio de 2025, 8:30  
Anonymous Yudy dela Parra ha dicho...

Muy lindo, me gustó mucho; es hermoso.

23 de junio de 2025, 12:35  

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