14/3/25

Poema de Sebastián Jaka

 


MIRA LA PIEDRA QUE CAE DEL CIELO

 

Mira la piedra que cae del cielo.

Alguien ha dicho tu nombre en algún lugar no muy lejano

y ahora un gorrión negro se precipita sobre tu barrio

como un presagio o una plegaria.

 

Tu nombre ha sido dicho con o sin pureza

por una boca, por una garganta, por un cuerpo bien de este mundo

pero bastó la mera mención para que algo irrevocable cambie en el universo.

 

¿Quién eres ahora hombre del gorrión muerto, despedazado ante el hastío de las cosas cotidianas?

 

¿Es el mismo hombre que auscultaste esta mañana en el espejo?

¿Con el mismo pulso acaricias la mejilla de la existencia?

¿Cabe en tu mano el gorrión muerto, tibio todavía, o es tan solo una piedra encontrada en el camino?

 

Oyes, lejanas, las campanas de las catedrales y con leve extrañeza piensas en el color de tu nombre

¿Era azul, mi nombre, uva de carne crujiente y dulce?

Oyes y la distancia te parece imposible, como si el tiempo ya no pudiese atravesarla.

Estás lejos y tus pasos ya son de un material que se desgrana

Y es la arena y tu nombre que flota a dos metros de altura, como el espíritu de un ser amado y perdido.

 

© Sebastián Jaka

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