Poema de Tamara Padrón Abreu
[Rou muvi]
Deberíamos ser parte
de una traducción de Anagrama
para que alguien
pueda situar
nuestra discusión matutina
por ejemplo,
en un motel de carretera
camino a Iowa
o en cualquier otro punto
apenas visible de la Interestatal.
Desde pequeña quise desayunar
huevos estrellados y
café negro
servidos a granel
por una mujer de delantal rosa
que no sepa mi nombre
y entonces me diga cariño
y te mire de reojo
porque le recordás demasiado
a cierto patán que no se cansaba
de golpearla.
Ella sabe cuándo volver
a llenar mi taza o la tuya,
solo ese gesto basta
para recuperar la calma
que no fuimos capaces de tener
por la mañana.
Ahora
nos despedimos en una gasolinera
al límite del condado
la distancia será medida en millas
nunca podré hacer la conversión
nunca sabré cuánto
nos alejaremos en realidad.
Otra mala traducción
llena de pollas y coños
nos haría felices de nuevo,
pero no habrá ningún gamberro
dispuesto a colocar estratégicamente
la palabra follar
en mitad de una despedida.
© Tamara Padrón Abreu
Etiquetas: Tamara Padrón Abreu
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