3/1/25

Poema de Ernestina Elorriaga

  


Devorado el niño que fuimos no hay regreso el cielo es una rosa desnuda

la sangre se va yendo

la mirada se enturbia

se emponzoña

sin embargo lluvia y árboles no cesan de brillar

 

devorado el niño

los barcos no parecen secretos emergiendo del vientre de una ballena si no vientos perdidos

y el sol una pepita de oro atrapada en el zumbido de la noche

 

en la vigilia

la mañana es una ventana despedazada

 

© Ernestina Elorriaga

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1 comentarios:

Blogger luciafranchi ha dicho...

la naturaleza nunca deja de brillar, nos alimenta el alma- Bello poema

6 de enero de 2025, 10:14  

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