Poema de Ohuanta Salazar
Niños del bando vencido
Los niños que nacimos en el bando vencido
del lado vencido del mundo
necesitamos una tía María Rosa
que se tome muy en serio la alegría
porque los padres del bando vencido
están ocupados con la tristeza
porque la tristeza de este bando
siempre tiene razón.
Pero los niños del bando vencido
también queremos armar trincheras
aunque nunca podamos repetir esa palabra
ni en el colegio ni en la plaza ni con los vecinos
y saber dónde queda ese lugar, exilio,
o qué magia hizo desaparecer al tío, desaparecido,
aunque nunca nunca nunca podamos repetir esa palabra
ni en el colegio ni en la plaza ni con los vecinos.
Cuando los niños del lado vencido del mundo
crecemos entre estos adultos tristes
del bando triste
requetenecesitamos una tía María Rosa
que nos enseñe a guardar esas palabras
que no hay que repetir nunca nunca
en el fondo triste del canasto de los juguetes
y nos lleve en los días soleados
a chupar cañas de azúcar y a comer uvas de la parra
aunque comer frutas sin lavar esté prohibido
y en los días lluviosos
a escondernos en trincheras de almohadas
y a cantar palabras contentas de María Elena Walsh
aunque también estén prohibidas.
Todos los niños que nacimos en el bando vencido
del lado vencido del mundo
requetemilnecesitamos una tía María Rosa
para nunca nunca tener miedo
a la oscuridad
ni a las palabras
ni en el colegio ni en la plaza ni con los vecinos
para ser por un rato niños del bando feliz
del lado feliz de la tristeza del mundo.
© Ohuanta Salazar
Etiquetas: Ohuanta Salazar
2 comentarios:
Excelente, siempre tu decir sorprende Ohuanta.
Al leerte, somos por un rato, felices, en ese lado breve que no es de la tristeza del mundo. Alfredo Lemon
Termino de leer este poema con un nudo en la garganta y un aguijón en la memoria. Gracias por poner palabras a ese dolor de los niños de ese bando y hacer con la poesía un poco de tía María Rosa que tiende un puente de ternura
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