9/8/24

Poema de Eugenia Cabral

 

 

RUEDA la moneda.

El color de la plata desgastada es bello y es muerto.

 

Las mesas del café son circulares.

La conversación circula por ellas.

 

Cada parroquiano deja una moneda junto al plato

y guarda el saquito sobrante de azúcar en el bolsillo.

 

Las monedas ruedan al suelo.

El mozo las levanta y las coloca de canto entre los nudillos.

 

El mendigo toma la moneda de las manos de la solitaria

que escribe y allá, en la esquina, lo espera

la mendiga tonta y malhumorada que trasiega la vida

junto con él, moneda a moneda.

 

© Eugenia Cabral

Etiquetas:

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Moneda a moneda!

10 de agosto de 2024, 9:25  
Blogger susana szwarc ha dicho...

Qué bueno leer tu poema Eugenia!!

13 de agosto de 2024, 10:27  
Blogger claudia tejeda ha dicho...

qué profundo, Eugenia! un placer leerte!
abrazo

claudia

14 de agosto de 2024, 11:36  
Anonymous Mirta Venezia ha dicho...

Qué tristeza !!!!

19 de agosto de 2024, 17:12  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio