19/6/24

Poema de Andrea Marone

  


Mi vida como una película

de Rohmer, el diálogo

sostiene la acción, en el elegante

departamento porteño

sobre una silla de mimbre

emulo el gesto de mis abuelas

cuando tejían una manta

para la madre primeriza. Pero,

mi ensayo es más humilde tengo

un alelí de pétalos azules que deshojo

con paciencia,

caen sobre mi vestido blanco

las corolas, cuento

por cada una de ellas

una amistad perdida.

Tengo una piedra de bezoar

en la garganta, un dolor biodegradable

por cada silencio.

 

© Andrea Marone

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