8/4/24

Poema de Ohuanta Salazar

 

 

Ruido de fondo del universo

 

Pasó que Penzias y Wilson estaban instalando una antena 

supersensible en New Jersey y escucharon

un ruido de fondo, ondas de muy baja frecuencia,

tal vez eran palomas, pensó Wilson

y estuvieron largo tiempo buscando nidos de pajaritos

para quitarlos de la zona de interferencia.

 

Pasó que vi el cartel de la ruta 11. Íbamos

de Paraná a Concordia con diecisiete años

y nuestro primer amor. El sol sobre el campo

dijo también Oro y Verde, quise parar ahí, atardecía.

Acostumbrada a los cerros nunca había visto

un horizonte tan despejado y comprendí

ese confín del que hablaba Juan L. 

 

No estás viendo el sol como es ahora, dijiste

la luz que te llega es de hace ocho minutos. Entonces,

el sol que vemos es pasado, quise decir, pero callé.

Conocí la facultad y te enojaste

habíamos quedado en estudiar juntos otra cosa

y yo te amaba más que a mí,

pero el pequeño pueblo a cada lado de la ruta

con callecitas de pájaros y árboles y ese

camino de eucaliptus, me enamoró. 

 

Pasó que Penzias y Wilson escucharon una radiación

que no venía de la tierra, había viajado por todo el espacio

desde hace trece mil setecientos millones de años

cuando toda la materia estaba en un punto, juntita,

la energía quería bailar en movimientos asincrónicos, singulares

y necesitó expandirse, liberarse en una gran explosión.

Ellos escucharon el eco del Big Bang, cenizas

del origen del universo y les tembló la voz para nombrar:

el fondo cósmico de microondas.

 

Las microondas prueban que el universo se expande,

nos había enseñado el profe Lamas, allá en Jujuy.

Parece que todo se aleja del origen empujado por algo,

como los rayos de sol sobre este horizonte verde y dorado.

 

Y pasó que tenías razón. Mi Big-Bang comenzó ahí,

cuando dejé de mirar tus ojos para ver

aquel atardecer de Oro Verde expandiéndose

con la misma belleza que los restos de nosotros

viajaban cada vez más lejos.

 

© Ohuanta Salazar

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10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Cómo me gusta leerte mi querida poeta!! Gracias por tu palabra! Te abrazo litoral!

10 de abril de 2024, 16:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cósmico y expansivo. Bravo Ohuanta. Saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon

11 de abril de 2024, 9:45  
Blogger Carballo, María Cecilia ha dicho...

Hermoso final!!!

11 de abril de 2024, 21:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Margarita Ardengo

13 de abril de 2024, 16:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso! Me encanta esa conexión de lo mínimo con el movimiento del cosmos.

13 de abril de 2024, 17:00  
Blogger Norberto Mario Barleand ha dicho...

Querida Ohuanta , una clara muestra que la poesía no tiene fronteras , es una prosa poética ( a mi entender) de alto vuelo literario pleno de imágenes descripciones y un excelente remate Bellisimo Felicitaciones Norberto

13 de abril de 2024, 17:34  
Anonymous Graciela Ballesteros ha dicho...

Ay Owanta, gracias por llevarme todo el tiempo en cada imagen. ❤️🦋

13 de abril de 2024, 18:38  
Blogger Romina R Silva ha dicho...

Me encantó. Saludos!

14 de abril de 2024, 9:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué hermoso, Ohuanta🌸🍃
Verónica M. Capellino Rando

15 de abril de 2024, 15:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu poema es un viaje, un maravilloso viaje. Gracias Ohuanta! Aura Re

27 de abril de 2024, 15:26  

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