Poema de Marline Louisedith Gousse
Mi madre es de hierro y de sal.
No soy su hija,
no puedo con la fuerza bruta de su amor.
no puedo aún, soy pequeña.
Cuando me llama,
voy hacia ella por caminos empinados,
con frágil alegría, con mapas sin nombre,
y mochilas de oxígeno.
Ella me espera con una taza de té negro.
Enciende una vela, canta, invoca, enmudece.
Ha estado soñando y predice, no soy su
hija:
no puedo con la lengua que me ha dado
no puedo con el cuerpo que me ha dado.
Me mira y ya estoy en ella.
Con avidez trepo por su pecho
y su leche de hierro y de sal,
me sacia el hambre, me quita la angustia
pero la palabra que no sale de su boca,
hiere.
Madre, vine a decirte que cumplí,
que soy de carne, que soy lo que soy,
que amarte es un vicio, que te extraño.
Vine hasta tu casa madre,
y contra el filo del hierro, una última
respiración,
sobre la blancura de la sal, la tierna
sangre derramada.
Voy ahora por mi vida.
© Marline Louisedith Gousse
Etiquetas: Marline Louisedith Gousse
4 comentarios:
Muchísimas gracias Gustavo! Impresionante el trabajo que haces! ☺️
Bellísimo poema!❤️
Buenísimo!!! Conmueve.
¡Qué fuerte y qué hermoso!
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