Juan Miguel Idiazabal comparte a Almendra/Rodríguez/Padín

  

La salvó el amor

 

Me salvó el amor me dijo una amiga y yo lo sentí tan mío, me salvó el amor, o eso deseaba en su momento de partida, me salvó el amor dijo y resonó en todes…

me va a salvar el amor, el amor va a construir puentes, caminos porque a mí también me salvó el amor.

En mis momentos de máxima oscuridad y volver a empezar, en ese momento de crisálida en meterme en mi capullo y volver a ser gusano y salir una vez más con mis alas, esta vez de un color distinto, transformándome una y otra vez, una y otra vez;

multicolores, multivoces, multisentires, transformándome. Me salvó el amor, la salvó el amor.

 

Maga Almendra 

 

Hacer el amor

 

Hacer el amor, a las seis de la tarde,

en plena esquina, con un sacramento de jamón y queso.

Orgasmo, a las ocho de la noche, en un banquito

bajo la luna, borrosa, con el segundo mate amargo calentito.

Hacer el amor: membrillo arriba de las facturas que se chorrea.

Hacer el amor: Brazos libres, porque hoy no hace tanto frío.

Amor, abrazo, risa tentada, sacarse las zapatillas

y rascarse entre medio de los dedos.

Estornudar, diez veces seguidas bajo el sol.

Lejos, de novelas. Muy lejos de que quieran

“arrancarme la vida de un tirón”

de “sin vos no soy nada”.

Las personas, no somos parches.

Esta piel no es excusa para llenar los baches de tu alma.

Estas pieles saben, amar amarse y tocarse.

Estas pieles están aprendiendo a no necesitar.

A abrazarnos a otres en cada mañana que amanece.

 

María del Mar Rodríguez

 

La costa de una casa no necesita mar

 

La costa de una casa no necesita mar

en aquella soledad había encontrado

qué rápido corren los senderos cuando llueve

y bajo la tierra todo tarda en llegar

 

rige la casi sombra

en los rostros que sientan a mirarse

qué temor arrastra las mareas de viento hacia las costas de mi casa antigua

las fugas

las caminatas sobre el pensamiento

la luz que oscurece

 

un hombre que llega avista las puertas

y en su desnudo discurso lo que no logro entender

no apaga los faros que alumbramos cuando podemos

 

yo veo los planos de la luna

en la otra nueva casa

yo soy el aromo extendido el aromo es invierno lo que otros en primavera.

 

Verónica Padín