Poema de Nerina Thomas

 

Tus manos

 

Guardan la fuerza de un hombre de fe

que recorre el mundo con sus dedos

los que acarician mi espalda sin saberlo.

 

Son los mismos que como un piano

se apoyan en mis    vértebras

para que así se vaya el dolor de espalda.

 

Que estoy contracturada, eso dices

mientras escucho una melodía

que acompaña.

 

Son tus manos....fuertes y al compas de un ritmo

dicen buen día cuando llegas

Son tus manos las que tiemblan

cuando sin querer las rozo.

 

Sos música, yo poesía.

 

© Nerina Thomas