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20/12/22

Poema de Hugo Francisco Rivella

 


 

Pedro me ha negado como una rosa oscura. Niega la sed, la piedra, el olivo y la fuente, a Lázaro en la boca de su muerte y los dedos.

 

¿Dónde están las monedas que Judas ha escondido?

¿Las burlas del soldado?  ¿El látigo en mi espalda? ¿Dónde estás Padre mío? ¿La niebla de tu voz? ¿Mi nombre condenado? ¿Qué sabe el descreído de la sed y el desierto? ¿Del reino de los cielos cuando cruje en la tierra?

¿Qué culpas tiene el niño que apedrea mariposas y destierra en los sapos su música nocturna? ¿Qué sabe la mujer que en la red del avaro desgajó sus vestidos y quedó desnuda? ¿Qué sabe la serpiente de las ruinas del alma y el espejo en el aire que destruyó a la tierra?

 

¿A quién perdono, Padre, si no encuentro culpables?

 

© Hugo Francisco Rivella

5 comentarios:

  1. En el verso final se abre otro escenario que relega el mea culpa.


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  2. Inmenso poema Hugo. Tan lindo leerte. ❤️🦋

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  3. Alta palabra tu voz como una súplica o una exigencia. Poeta mayor, querido Hugo. Te abrazo grande, Alfredo Lemon

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