Golpear las cucharas
en la madera
mientras el plato grita.
Caerán migajas
de los ojos lloverá el fruto
-es necesario resistir-
en sus manos se horneará el pan
y las cucharas golpearán
más fuerte aún
se multiplicarán
y esas manos resistirán
la seca y la sal
hasta haber satisfecho el último
golpe de la noche.
© Liliana Mainardi
ResponderEliminarHola premiada!
Gracias por tu poesía, por su profundidad y sensibilidad.
Un abrazote.
Lily Chavez
Bellísimo y profundo, querida Lili
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