Poema de Hugo Francisco Rivella
Pedro me ha negado como una rosa oscura. Niega la sed, la piedra, el olivo y la fuente, a Lázaro en la boca de su muerte y los dedos.
¿Dónde están las monedas que Judas ha
escondido?
¿Las burlas del soldado? ¿El látigo en mi espalda? ¿Dónde estás Padre
mío? ¿La niebla de tu voz? ¿Mi nombre condenado? ¿Qué sabe el descreído de la
sed y el desierto? ¿Del reino de los cielos cuando cruje en la tierra?
¿Qué culpas tiene el niño que apedrea
mariposas y destierra en los sapos su música nocturna? ¿Qué sabe la mujer que
en la red del avaro desgajó sus vestidos y quedó desnuda? ¿Qué sabe la
serpiente de las ruinas del alma y el espejo en el aire que destruyó a la
tierra?
¿A quién perdono, Padre, si no encuentro
culpables?
© Hugo Francisco
Rivella
Etiquetas: Hugo Francisco Rivella
5 comentarios:
Te aplaudo amigo!!
Lily Chavez
¡Que Bello!!! GLoria Calvo.
En el verso final se abre otro escenario que relega el mea culpa.
Inmenso poema Hugo. Tan lindo leerte. ❤️🦋
Alta palabra tu voz como una súplica o una exigencia. Poeta mayor, querido Hugo. Te abrazo grande, Alfredo Lemon
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio