19/11/22

Poema de Estela Zanlungo

 


Las susurradoras

 

Entonces supe la razón

por la que hablaban en voz baja.

Yo había alcanzado a distinguir

palabras sueltas

disimulando detrás de las cortinas

a la hora de subir la persiana

para que el aire ventilara el encierro.

 

Un vestidito se terminaba de secar

a la sombra del patio,

como esa tía que se arrugó una tarde

esperando la cita que no iba a llegar nunca.

 

Ahora que lo pienso, jamás

nombraron el deseo,

ni para desmentirlo.

 

© Estela Zanlungo

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5 comentarios:

Blogger Pancha ha dicho...

Muy bueno!

19 de noviembre de 2022, 13:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Profundo y contundente. Gracias! Jime Cano

19 de noviembre de 2022, 15:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué lindura Estela!! Las palabras que estaba mal pronunciar y hasta pensar.

19 de noviembre de 2022, 16:09  
Blogger graciela barbero ha dicho...

De eso no se habla. Muy bueno tu decir
Graciela Barbero

20 de noviembre de 2022, 18:29  
Anonymous Estela Zanlungo ha dicho...

Gracias a Gus, por el trabajo inmenso (qué energía tiene, por Dios!!!). Agradecida por los comentarios. Un beso, Jime Cano!

26 de noviembre de 2022, 15:17  

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