12/10/22

Poema de Patricia Alejandra Nuñez

  


¡Que la muerte aún no regrese para desatarnos!

Amarramos las orillas del amor.

Nuestra tristeza se deshoja sobre el cielo.

La inmensidad nos arrastra hacia la tempestad

mientras nos abraza el asombro.

Lo imposible rodea la mesura.

Caigo como una pluma en los bordes de la ilusión.

Esperar, si, esperar.

Compasiva entre la levedad de lo fugaz.

Ver nacer las estrellas y las voces del encanto.

Las guerras, el horror,

lo irrefrenable, lo bestial,

la sangre, las sombras

Se ahogan, no nos dejan respirar.

Nada quedará entre los cardos y las flores.

Una mano retiene la caída.

Las voces se agitan y dicen:

“¡Esta necedad destruye lo posible!”

 

© Patricia Alejandra Nuñez

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