10/10/22

Poema de Martín Raninqueo

 


Dolinda

 

A mi madre, obrera del Frigorífico Swift a sus 14 años.

 

Como un kiwi con una cucharita,

así me enseñaste vos.

Voy cerrando las puertas de los cuartos,

la ruka está tomada.

 

Me siento frente a la computadora 

y río con el mensaje de un amigo

sobre una lectura en el MALBA:

unas viejas amigas de Ensenada

invitadas por Arnaldo Calveyra,

salieron en estampida

tras escuchar los primeros versos

del poeta afrancesado que se jactaba

de no volver con fines retóricos

a los lugares de la infancia.

 

¿Dónde estaban en su poesía

las claves de la Ensenada?

¿Allí, en esas engoladas peroraciones

donde cruzaban entre la niebla

los trenes de ganado hacia el sur?

 

Viejas que volaron como langostas

tras la fumigación poética

del fumigador de barcos.

 

La fruta llega a su fin en tres bocados amargos

y la sangre que fluye de mis venas nasales

busca un cauce, un arroyo en la mapu

para desembocar en el río seco de tu sangre.

 

Dos lindas en una, soy tu weichafe,

una chispa del kütral en medio del pedernal,

el que escuchó en nuestra despedida

la injuria de aquel inglés

del Frigorífico Swift.

Meli meli, obrerita viniste

y perfumada en versos de lluvia

te vas.

 

Me voy de tu ruka

con tus ollas y vasijas,

todo lo que es cuenco es tu vientre.

 

 

ruka: casa

mapu: concepto que ordena y explica la cosmovisión mapuche; Tierra con su subsuelo, el espacio sobre ella y las vidas tangibles e intangibles

weichafe: guerrero

kütral: fuego

meli:  cuatro

 

 

© Martín Raninqueo

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