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29/6/22

Poema de María Teresa Andruetto

 


Marin’a*

 

Mi madre está dormida, con su solero

de flores sobre la colcha (tiene el pelo

tomado con invisibles, huele a agua

colonia). Mi abuela se acerca,

le dice algo al oído y lloran las dos.

 

La que ha muerto tenía las uñas

amarillas, un misal y un relicario

con pelos de Santa Cecilia.

 

Hay murmullo de rezos,

una cama vacía, una pañoleta

oscura, una taza de café

(pasa el vapor todavía),

el piso de ladrillos,

la mecedora, las glicinas...

 

Alguien nos alzó

hacia el tufo de la muerta

                   (se llamaba Elizabeta),

para que viéramos.

 

*Madrecita, en piamontés, es también la palabra con que llamaban a mi bisabuela.

 

© María Teresa Andruetto

7 comentarios:

  1. Bella descripción de un tiempo de antaño que nos identifica, y terrible final. Chapeau! Abrazo y mi admiración.

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  2. Conmovedor y bello poema, gracias por compartir.

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  3. Tere , tu poesía es un latido !

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  4. qué bello poema, y dice tanto!
    gracias María Teresa

    norma starke

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  5. Oh! Me gustó mucho.

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  6. "Alguien nos alzó hacia el tufo de la.muerta para que viéramos..." Fuerte el verso que delata toda una época, una forma de hacernos crecer sin concesionea...gracias María Teresa!

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