23/7/21

Poema de Daniela Lourdes Bastías

 


DAWN CHORUS

 

Si existiera un paraíso sería este.

Estoy segura. Vos no podes verlo pero yo,

si fuera posible, volvería a este lugar.

Mentí cuando dije que me incliné a la poesía

para inventar los límites de lo posible.

Algunas cosas no pueden ser. Mentí

muchas veces. Ahora

abriría el hielo con mi manos. El páramo

de hielo que se extiende bajo mis pies no es todavía nada

dentro de los márgenes de lo vivo. Cristales

de nieve hacen una danza espiralada en torno de tu

largo camperón azul, tu expresión de estar

a un lado del mundo, antes

del mundo. Sí. Te veo enterrar tus pies

en la nieve y mover los brazos, de una manera

pura pero decidida, nada inocente,

nueva, ¿si hicieras una bola de cristal de nieve podría ella

alcanzarme? ¿cómo estás tan seguro?

Los sonidos parecen encerrados dentro de

un gran sonido. Este fondo, blanco, denso.

Todo se vuelve leve, tus movimientos

ya no son familiares. Pienso que aún

si fueras indivisible, si te perdieras en lo último

de esta escena blanca llevada por la nieve, aún,

volvería, sí, construiría una casa

de piedra y madera en este lugar. Inventaría

el viento. ¿Podés

oírme? Oigo una música, un sonido cubierto

por un gran sonido que le envuelve, como si los

cristales pudieran caer y quebrarse, caer

y quebrarse

en el centro de una esfera, también de cristal,

hermosa, brillante.

Algunas veces, en mis días lúcidos, miro hacia otro

lado intentando velar esta escena, encenderla hasta

hacerla desaparecer por completo o sino

guardarla en un punto de mi corazón que yo misma

no conozca.

Pero en todos los puntos de mi corazón a donde miro

ella relumbra, arde como los cristales en las rocas

durante el ascenso. Tengo miedo

de estar perdiéndome ¿sabes?

Si tan sólo pudiera quedarme o sino, volver

la imagen apenas algo que brilla encima de

las cosas, su carácter natural,

todo sería distinto. ¿Podés

siquiera pensarlo? un día en que tú imagen se pierde

dentro de los cristales de nieve, gira, y gira, no

de una manera desorientada, sino

tomada de una misteriosa determinación, gira y gira,

entierra los pies, el torso, más tarde, la cabeza, gira, se

pierde, se vuelve

cristal de nieve.

 

© Daniela Lourdes Bastías

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello y extraño poema que acabo de descubrir. Me lleva a mil caminos de pensamiento y sentimiento. Me encantó!!❤️❤️

29 de mayo de 2022, 14:27  

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