9/3/21

Texto de Verónica Pérez Arango

  


Muchas veces padezco una insoportable sensibilidad auditiva. En la clínica absorbo los ruidos lustrados, los pitidos intermitentes, los agudos timbres en un telón de fondo. El motor del aparato de ventilación, movimientos aislados de muebles en el piso de arriba. El impulso del ascensor que se activa con puntualidad como lo haría el quejido de un animal sagrado, pasos que se acercan y alejan con carritos transportadores de fármacos y comida encerrada en pieles de nylon. 

 

© Verónica Pérez Arango

Etiquetas:

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Prosa poética detallista, puntual y muy cierta. Trasmite y lo hace bien respecto de un tema siempre actual y doloroso. Gracias! Alfredo Lemon

11 de marzo de 2021, 19:10  
Blogger Adela ha dicho...

Logrado , un mensaje con estilo!

13 de marzo de 2021, 14:34  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio