Texto de Verónica Pérez Arango
Muchas veces padezco una insoportable sensibilidad auditiva. En la clínica absorbo los ruidos lustrados, los pitidos intermitentes, los agudos timbres en un telón de fondo. El motor del aparato de ventilación, movimientos aislados de muebles en el piso de arriba. El impulso del ascensor que se activa con puntualidad como lo haría el quejido de un animal sagrado, pasos que se acercan y alejan con carritos transportadores de fármacos y comida encerrada en pieles de nylon.
© Verónica Pérez Arango
Etiquetas: Verónica Pérez Arango
2 comentarios:
Prosa poética detallista, puntual y muy cierta. Trasmite y lo hace bien respecto de un tema siempre actual y doloroso. Gracias! Alfredo Lemon
Logrado , un mensaje con estilo!
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