16/12/20

Poema de Griselda Rulfo

  


Él miró la sospecha. 

Ella el atardecer. 

Uno veló de gris la intención  

de descubrir aspereza  

en lo real. 

La otra suspiró naranjas y sienas entre las horas,  

con tinieblas ocultas  

en su historia. 

 

Las cejas de él:  

arbusto enmarañado en primavera. 

 

Las cejas de ella:  

un recorrido de piel. 

 

El miró la sospecha. 

Ella el atardecer.

 

© Griselda Rulfo

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1 comentarios:

Blogger Isabel ha dicho...

MUY BUENO, CON ESPACIOS DE SILENCIO, A LA HORA AMBIGUA. isabel Llorca Bosco

16 de diciembre de 2020, 22:30  

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