21/11/20

Poema de Hugo Francisco Rivella

 


 

Entra en mi cuerpo el tiempo como si fuera un niño inocente de todo

ignorando el invierno recostado en mis sienes

la hojarasca que ciñe un temor amarillo si el otoño golpea su martillo de escarcha

la barcaza que parte en busca de otros soles y la madre que llora en un rincón del puerto

todo es tiempo musita el viejerío

de aquél retoño nace esta fronda este vuelo

este sueño que es parte del hombre y su secreto

es tiempo la ilusión del que espera los ojos imposibles de su primer amor

y es tiempo

sólo tiempo lo que lleva en el alma

la palabra que invoco para asir la ternura

el poema que busca el corazón de un pájaro

todo es tiempo susurro mientras pienso:

la eternidad es el tiempo infinito

que cabe en el futuro.

 

© Hugo Francisco Rivella

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6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre hermosos tus poemas, Hugo.
Verónica M. Capellino

22 de noviembre de 2020, 10:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Contundente como siempre tu palabra querido Hugo, belleza intensa! Y con un final que parece una sentencia de Aristóteles: "la eternidad es el tiempo infinito que cabe en el futuro". Te abrazo grande! Hasta la poesía siempre! Alfredo Lemon

22 de noviembre de 2020, 10:43  
Blogger Isabel ha dicho...

Gran poema.Isabel Llorca Bosco

22 de noviembre de 2020, 16:00  
Blogger Noemí Correa Olivé ha dicho...

Bello poema, Hugo, con bellas imágenes sobre lo inefable. Abrazo grande!!!

23 de noviembre de 2020, 14:43  
Blogger graciela barbero ha dicho...

tan bello como el otoño. Un abrazo Graciela Barbero

24 de noviembre de 2020, 11:23  
Blogger Ines ha dicho...

Oh, el tiempo! Qué bien escrito está el tiempo de nuestras vidas. Abrazo, Inés Legarreta.

19 de diciembre de 2020, 19:28  

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