7/6/20

Stella Marys Darraidou recuerda a Roque Dalton





Yo, como tú,
amo el amor, la vida, el dulce encanto
de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.

Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.

Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos. 



© Roque Dalton






Veía caer las tardes,
con las piernas entrelazadas,
sobre el caño transversal del palenque,
cabeza abajo,
oliendo la tierra.

Donde a otra hora se ataban los caballos,
me gustaba hamacarme colgada,
y ver cómo el mundo se balanceaba,
patas para arriba.

Los pinos pendiendo de su parte más fina,
las gallinas blancas ponedoras,
remontando su vuelo corto,
y la casa, la vieja casa,
creciendo en el paisaje.

Desde el centro del corral,
entre los bebederos y el tanque,
la rueda del molino,
crujía su vuelta de metal al viento,
como una margarita gigante,
que había perdido sus colores.

© Stella Marys Darraidou
Foto: Gustavo Tisocco

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso diálogo se entabla entre dos poemas que celebran la vida, la poesía. Verónica M. Capellino

8 de junio de 2020, 5:12  
Blogger Sebastián Olaso ha dicho...

El gran Roque traído por la gran Stella Maris. Qué buena idea.

10 de junio de 2020, 23:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muchas gracias!! Verónica, Sebastián Y Gustavo por tu generosidad. ¡Feliz aniversario!
Stella Marys

17 de junio de 2020, 20:24  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Ciertamente hemos seguido su lucha, y llorado su tragedia, y me alegra que tu poesia realimenta su permanecia en la tierra. Gracias.

24 de junio de 2020, 3:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias Marta Raquel, y a Gustavo siempre por difundir poesía.
Stella Marys

12 de octubre de 2020, 20:26  

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