Norberto Barleand recuerda a Ester de Izaguirre

JUDAS

Soy Judas, el traidor,

y te di más que todos,

yo te di más que amor.

Para ellos la merced del heroísmo

y la docilidad de serte fieles,

porque ellos no afrontaron tu mirada

allá en Getsemaní.

Ojalá me hubieras dicho: “te comprendo,

lo estás haciendo bien. Animo, Judas”.

Ellos navegaban en barcas

que el prodigio salvaba de mareas tenaces,

yo me hundí hasta tocar fondo en los abismos

de este mar de ser hombre y acordarse.

Todos vieron los clavos y lloraron,

yo te inmolé para que amanecieras.

Convocaron a tantos para el drama,

Caifás, Anás, Herodes y Pilatos,

por qué también a mí. Yo te quería.

Por qué habrán acuñado las monedas.

por qué las profecías.

por qué el árbol aciago

como un ojo hechicero reclamándome

desde la sangre intacta de la Biblia

Soy Judas, el traidor,

el que mejor cumplió con su destino.

El que entregó al que amaba. Por amarlo.

© Ester de Izaguirre 

LIBERTAD

El encierro, me acorrala, me nostalgia, 

Y reflexiono:

Libertad. Libertad. Libertad, no solo canté el himno .

 Nací libre desde el vientre que acunó mi libertad.

 Libre he crecido sin Libertad

 Dictaduras, prohibiciones, por las dudas, por la fuerza

Libre he sido entre luchas y naufragios,

fui libre en las derrotas.

Libre en tiempos de vértigo y zozobra.

 aún en las tormentas de sangre y los despojos.

Libre en batallas que perdimos

También libre en el llanto y la alegría

Quedate en casa. Aquí estoy, libre,

me subleva, me potencia,

me nutre y es testigo que el mundo estalló desde hace siglos

Con holocaustos, ciego de horrores y tragedias. 

Con nombres y memoria.

La pandemia es un virus, un destino

que provoca a contraluz, a contra cielo

que, finalmente ha de liberarme

 de todos los cerrojos que cruzaron mi camino 

 a pura prepotencia de ser libre, 

                          para vivir en libertad

© Norberto Barleand