Liliana Díaz Mindurry recuerda a Jorge García Sabal
"Diría que hay casi una voz.
Diría que hay casi el susurro
de una voz. Diría que hay
una pequeña figura que se mueve
entre el susurro y la voz. Diría
una mente que late en estado
de sospecha. Diría que no se oye
lo que no se podría soportar."
© Jorge García Sabal
(Balcarce 1948, Buenos Aires, 1996)
Segundo cazador
Se nos dirá que este es un mundo donde se
derrumba la luz
que la muerte es apenas un juego frente a
un camarín con máscara o disfraces de mal gusto,
que imaginamos actuar, que imaginamos
ejercicios gramaticales y les llamamos comunicación,
que las palabras han perdido el sentido o
sólo son lluvias de saliva donde gotea el resentimiento,
que rezamos como un coro de cigarras o un
hervidero de tábanos
y que en cada gesto
hay un alambre de púas,
se nos dirá que el dolor se nos sale de
todas partes y se expande lentamente,
que nuestros pesados zapatos de invierno
arañan el suelo y nuestras palabras de amor parecen ronquidos y hasta se unen
para la complicidad de la injuria,
que son tristes nuestras calles como
caminos de cacería
nuestros cerebros como caminos de cacería
que sólo pensamos en la eternidad cuando
miramos lujosos ventanales de palacio o vitrales de iglesia
Nacemos a mitad del espanto.
© Liliana Diaz
Mindurry
Etiquetas: Liliana Díaz Mindurry
3 comentarios:
Si, bastante confundidos todos. L poesía lo describe con arte!
Un poema de García Sabal que elegí como epígrafe para mi novela "Sagrada Sangre", me fascinó encontrarlo aquí.
Y el tuyo, Liliana, es un poema en carne viva, el mudo grito del cazador eternamente frustrado.Desgarrador.
Finales impresionantes, con alta tensión verbal existencialista, como un entrecruzamiento entre ambos poemas: "Diría que no se oye/ lo que no se podría soportar". "Nacemos a mitad del espanto".
Gracias por esta magia. Saludos.
Darío Oliva
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