7/6/20

Juan Fernando García recuerda a Francisco Madariaga





Criollo del universo 

El blanco océano gira en mi corazón
mientras canta el otro océano de plata amarilla,
que se desprende de las aguas del sol.

Ya es muy tarde para ser sólo de una provincia,
       y muy temprano para pertenecer,
       todo,
       al planeta del venidero sangrante
       resplandor.

Oh, acude a mí, a mi jerarquía de peón del planeta,
        gaucho con trenzas de sangre,
        mi padre,
y ensíllame el mejor caballo ruano del universo:
para atravesar el agua de oro de la muerte,
       y escucharme,
       todo,
       siempre en ti.

El blanco océano solloza por la inmortalidad.

© Francisco Madariaga

  



La sombra 

Alguien posa su mano sobre el vientre
del desconocido. El lugar es secreto en su dicha.
Hablar de las mudanzas
como viajes del aprendiz de hombre.
Se eriza la nuca,
tiembla ese rincón que en su sombra
brilla. Del pasado rescatan
la experiencia primera: el mismo grillo,
las mismas madrugadas, otro en otros.
El propio cuerpo como territorio
de ciertas inseguridades.
Y el plan de conquista conlleva en su ojo
el merodeo y la culpa.
No saben que de lo que se trata
es de arremeter con un impulso
y la generosa manera de entregar el cielo.
© Juan Fernando García

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3 comentarios:

Blogger Sandra Pien ha dicho...

Juan Fernando, tu poema tiene la hondura conmovida de la tierra de la que el ser humano es una esencial parte observadora e inmanente. Y gran elección en ese sentido la poesía de Francisco Madariaga. Saludos.

7 de junio de 2020, 15:55  
Blogger Amalia Mercedes Abaria ha dicho...

Gracias Juan Fernando por traer a Madariaga, el poeta contemplador, que vivía en íntima comunicación con la naturaleza . No hablaba de ella, la decía, en su lenguaje tan rico de imágenes surrealistas. Muy bueno tu poema, también.

7 de junio de 2020, 16:50  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Madariaga es otro gran poeta de lectura inagotable y siempre sorprendente. Recupera lo maravilloso, los elementos de la naturaleza que rodean y hacen a la esencia del hombre habitándola. Expresionismo salvaje, vívido, casi siempre se remite al ayer de su infancia y adolescencia, aquél paisaje, los esteros correntinos, aquellos amores, tantos bares. Auténticamente un "criollo del universo". Y tu poema Juan Fernando García, "La sombra" está muy bien logrado. Nos habla de las mudanzas en el devenir de nuestro ser hombre (persona),descubrir el cuerpo propio como el territorio de un otro y para un otro (me trae a Deleuze) y el tironeo (merodeo y la culpa) hasta el atrevimiento airoso y resolutivo de un impulso que busca en definitiva su identidad más plena. Perdón si lo analicé muy psicoanalíticamente. Me gustó ese camino de interpretación. Alfredo Lemon desde Córdoba

17 de junio de 2020, 11:43  

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