Graciela Perosio recuerda a Pedro Salinas
A la noche
se empiezan
a encender
las preguntas.
Las hay
distantes, quietas,
inmensas,
como astros:
preguntan
desde allí
siempre
lo mismo:
cómo eres.
Otras,
fugaces y
menudas,
querrían
saber cosas
leves de ti
y exactas:
medidas
de tus
zapatos, nombre
de la
esquina del mundo
donde me
esperarías.
Tú no las
puedes ver,
pero tienes
el sueño
cercado
todo él
por
interrogaciones
mías.
Y acaso
alguna vez
tú,
soñando, dirás
que sí, que
no, respuestas
de azar y
de milagro
a preguntas
que ignoras,
que no ves,
que no sabes.
Porque no
sabes nada;
y cuando te
despiertas,
ellas se
esconden, ya
invisibles,
se apagan.
Y seguirás
viviendo
alegre, sin
saber
que en
media vida tuya
estás
siempre cercada
de ansias,
de afán, de anhelos,
sin cesar
preguntándote
eso que tú
no ves
ni puedes contestar.
© Pedro Salinas
lo que no
cierra
lo faltante
la finitud
y también
el anillo perfecto
lo que
excede –o la gracia-
lo
perdurable
todo se
imbrica en la única vivencia
y arde
como
constelación terrena
susceptible
de podredumbre
de pasado
de miedo y
llanto
y trueque
hay que
aceptarlo todo
(se dice)
¿pero de
veras todo? (piensa ella)
aunque el asco
© Graciela Perosio
Etiquetas: Graciela Perosio
2 comentarios:
Amo a Pedro Salinas
Ambos poemas excelente Pedro Salinas uno de mis favoritos de siempre. Bravo.
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