13/6/20

Beatriz Puertas recuerda a León Felipe





XXXIII

A todos los romeros
aquel árbol
ofrecía en la orilla del camino
sus frutos al alcance de la mano.
Allá
en lo alto,
y en el más orgulloso
de los ramos,
sola estaba  una poma inaccesible que se iba
poco a poco secando…
Yo pensé, vagamente
soñando,
en esta poma sola y altanera
que no estaba al alcance la mano.

© Leon Felipe




 TÍA CLELIA

entré a su casa por un pasillo largo que llevaba hasta el patio
tantos años/ tantas luchas
tantos cuerpos nos separaban
busqué en los rescoldos de la chimenea algún punto en común
para encontrar un nexo
y lo encontré en mis  manos pequeñas que a tu influjo
trazaban palotes/ corazones/ relámpagos
en un cuaderno nuevo que sabía a gloria y  era color naranja
más tarde se inclinaban sobre una taza de toddy
del almacén del barrio
batido con sus alas de ángel
tiempo después hojeaban poesías siempre encarceladas
que despertaron mis gorjeos
cuando ya era tarde para que lo supieras
en la herida donde un rayo depositó
el olvido del mundo
aunque todavía acariciaras mi mano ya madura
desde un atisbo de placer que se llamó al silencio
tanto dejaste en mí/ es tan grande tu huella
yo recibí las letras de tu ser poeta
sojuzgado por la intemperancia de las costumbres
y con ellas el don y el gran  trabajo
de encontrarles sentido
adonde estés
si los que creen que todo permanece
aciertan
quiero que sepas que fue el mejor regalo
aprender a escribir
ahora intento lo que vos no pudiste mostrar
lo que te quemaba el alma prisionera del patriarca
que otras mujeres solo obedecían
embotadas en tortas caseras/ vidrios impecables/bailes con la escoba
en las monótonas tareas de la casa
mutilaban  el enjambre de pájaros
que rondaban tu aliento
rememoro las mañanas de invierno
encendías la estufa de kerosén
para que me levantara
y empezaba el ritual del chocolate
los lápices de punta aguda guardados en una caja azul
de su olor a madera desplumada se desprendía el mundo del futuro
pero no lo sabíamos ni vos ni yo
mi pequeño cuerpo extraña tu pelo ensortijado
el hermetismo de tus ojos claros
y repele la ingratitud y la desesperanza
de los que te amputaron las rimas y el unicornio de la literatura

© Beatriz Puertas

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Qué bueno, Beatriz, coincidimos en León Felipe!
Pero tu tía Clelia me dejó sin palabras.¡Ojalá yo la hubiera conocido!
Te aplaudo y te abrazo
María Rosa León

13 de junio de 2020, 15:07  
Blogger bessi ha dicho...

gracias María Rosa León, te hubiera gustado como persona y como poeta, seguro, un beso

14 de junio de 2020, 10:00  

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