Beatriz Puertas recuerda a León Felipe
XXXIII
A todos los
romeros
aquel árbol
ofrecía en
la orilla del camino
sus frutos
al alcance de la mano.
Allá
en lo alto,
y en el más
orgulloso
de los
ramos,
sola
estaba una poma inaccesible que se iba
poco a poco
secando…
Yo pensé,
vagamente
soñando,
en esta
poma sola y altanera
que no
estaba al alcance la mano.
© Leon Felipe
TÍA CLELIA
entré a su
casa por un pasillo largo que llevaba hasta el patio
tantos
años/ tantas luchas
tantos
cuerpos nos separaban
busqué en
los rescoldos de la chimenea algún punto en común
para
encontrar un nexo
y lo
encontré en mis manos pequeñas que a tu
influjo
trazaban
palotes/ corazones/ relámpagos
en un
cuaderno nuevo que sabía a gloria y era
color naranja
más tarde
se inclinaban sobre una taza de toddy
del almacén
del barrio
batido con
sus alas de ángel
tiempo
después hojeaban poesías siempre encarceladas
que
despertaron mis gorjeos
cuando ya
era tarde para que lo supieras
en la
herida donde un rayo depositó
el olvido
del mundo
aunque
todavía acariciaras mi mano ya madura
desde un
atisbo de placer que se llamó al silencio
tanto
dejaste en mí/ es tan grande tu huella
yo recibí
las letras de tu ser poeta
sojuzgado
por la intemperancia de las costumbres
y con ellas
el don y el gran trabajo
de
encontrarles sentido
adonde
estés
si los que
creen que todo permanece
aciertan
quiero que
sepas que fue el mejor regalo
aprender a
escribir
ahora
intento lo que vos no pudiste mostrar
lo que te
quemaba el alma prisionera del patriarca
que otras
mujeres solo obedecían
embotadas
en tortas caseras/ vidrios impecables/bailes con la escoba
en las
monótonas tareas de la casa
mutilaban el enjambre de pájaros
que
rondaban tu aliento
rememoro las mañanas de invierno
encendías
la estufa de kerosén
para que me
levantara
y empezaba
el ritual del chocolate
los lápices
de punta aguda guardados en una caja azul
de su olor
a madera desplumada se desprendía el mundo del futuro
pero no lo
sabíamos ni vos ni yo
mi pequeño
cuerpo extraña tu pelo ensortijado
el
hermetismo de tus ojos claros
y repele la
ingratitud y la desesperanza
de los que
te amputaron las rimas y el unicornio de la literatura
© Beatriz Puertas
Etiquetas: Beatriz Puertas
2 comentarios:
¡Qué bueno, Beatriz, coincidimos en León Felipe!
Pero tu tía Clelia me dejó sin palabras.¡Ojalá yo la hubiera conocido!
Te aplaudo y te abrazo
María Rosa León
gracias María Rosa León, te hubiera gustado como persona y como poeta, seguro, un beso
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