30/5/20

Poema de Paulina Vinderman





No consigo enfocar tanta pasión por la vida.
Oración tras oración, Ciruelo es una patria
                                                           escurridiza.
Adquiere su historia —cortajeada— cuando escribo.
Pero escribir es siempre una impostura rutilante
(y acá no hay novela escondida).
Coleccionista de atardeceres.
Fabricante de recuerdos.
La melancolía es el alambre que todo lo ata,
la segunda luna, la que todo lo ve
(borroneado según mis ojos miopes).
Ya no me asusta el amor.
Despierto todavía aferrada a tu clavícula
(aunque ya no está) donde pude depositar
la ternura.
En el fondo, en el fondo de todas las hogueras
deseamos el final para añorarlo:
la crueldad de un agua envenenada,
pero intensamente clara.

© Paulina Vinderman

Etiquetas:

6 comentarios:

Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Hermoso!

30 de mayo de 2020, 16:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Paulina: Bellísimo tu poema!
abrazo.
Tere Vaccaro.

30 de mayo de 2020, 19:06  
Anonymous susana szwarc ha dicho...

Hermosísimo y como siempre Paulina, construís una poética. Abrazo, susana

31 de mayo de 2020, 0:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

la melancolía es el alambre que todo lo ata.....gracias por tanta hondura

maria del mar

31 de mayo de 2020, 10:13  
Blogger Liliana ha dicho...


En alguno de los últimos programas de Luna de Pájaros yo decía de lo increíble que es para un poeta no saber que su poesía está resguardada, contenida y vibrante en la repisa de otra casa. Y decía esto, por la admiración que me despiertan algunos poetas. Vos Paulina, estás, decididamente, en la admiración que siento cuando tu versos abrazan.

Lily Chavez

31 de mayo de 2020, 14:54  
Blogger Lore ha dicho...

Feliz por conocer tu obra Paulina! Aplausos de pie!

2 de junio de 2020, 23:53  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio